¿Pueden los miembros de la cadena logística urbana desarrollar un nuevo concepto de “ciudad inteligente”?

La logística urbana es un ecosistema complejo, y con frecuentes dificultades para conciliar los intereses individuales divergentes de las partes interesadas dentro de este entorno. Muchos de estos grupos de interés ven la protección del medio ambiente y la rentabilidad como objetivos contradictorios, y no son capaces de adaptarse a las demandas surgidas por las múltiples entregas y problemas de tráfico urbano. Los destinatarios finales, lamentablemente, ven un vínculo indisoluble entre la rapidez de la entrega y el coste. Entonces ¿Cómo avanzamos hacia un sistema de logística urbana verdaderamente sólido y perfectamente eficiente? Los ayuntamientos y autoridades intermunicipales están empezando a tomar en serio esta cuestión, a pesar de los temas administrativos – los problemas inherentes a este tipo de proyectos – e incluso políticos. Al mismo tiempo, un número creciente de proveedores de servicios logísticos están tomando sus propias iniciativas, tratando de adaptarse a las necesidades tanto de la logística de la “última milla” como a la calidad de la vida urbana.